Para combatir el aburrimiento y tristeza durante sus largos viajes, los mexicanos llevaban la música junto a su equipaje. Así, introdujeron a los Estados Unidos, guitarras, acordeones, mandolinas y armónicas para acompañar las canciones rancheras y corridos tradicionales de su tierra. Al poco tiempo, surgieron cantos y poemas sobre la práctica de los enganches. Acerca de esa temática, al menos se reconocen tres composiciones: El Corrido de Pensilvanio o Corrido de Pensilvania, Enganche a Mississippi y Enganche del Norte, grabadas por El Dúo San Antonio, y el dueto de Pedro Rocha y Lupe Martínez. Las tres versiones fueron escritas en las primeras décadas del siglo XX. Es decir, entre 1920-1930, por lo cual su letra refleja el momento histórico migratorio entre México y Estados Unidos, después de la guerra y la Revolución. En la estructura de estas composiciones, se aprecia un sentimiento de amor al terruño abandonado, pero a la vez, se define el carácter del protagonista. A partir de la década de los veinte, los corridos de braceros y enganchados, empezaron a popularizarse entre los mexicanos contratados por agencias de trabajo para la construcción del ferrocarril: Cuando montamos al tren / montamos con alegría / cuando llegamos a Ures / nomás una voz se oía / Adiós Ures tan querido / con sus luces de algodón / adiós muchachas bonitas / las llevo en el corazón.
El autor no tiene más libros publicados
Calle Guerrero entre Emiliano P. Nafarrete
y Gaspar de la Garza N° 421, Zona Centro
Ciudad Victoria, Tamaulipas, México, C.P. 87000
(834) 315 2977
Calle Guerrero entre Emiliano P. Nafarrete
y Gaspar de la Garza N° 421, Zona Centro
Ciudad Victoria, Tamaulipas, México, C.P. 87000
(834) 315 2977